sábado, 3 de marzo de 2012

3ºA

Durante esta semana los alumnos de segundo hemos estado en la semana de observación del practicum durante cinco días. Ha sido una experiencia inolvidable. Yo he estado en el colegio Carmelitas-Vedruna de Pamplona.

El lunes me levanté muy nerviosa y apenas pude dormir durante esa noche. tenia muchas ganas de empezar mis practicas, pero a la vez sentía miedo y respeto por si lo hacia mal. Al llegar al centro nos recibieron los coordinadores de infantil y de primaria. Tras una corta charla con ellos, fuimos cada una con su coordinador, y nos separaron por clases.
La coordinadora me presentó a mi tutora llamada Pili, cuya clase es 3º de infantil (5/6 años). Cuando entré al aula, los niños estaban jugando y la profesora me presentó ante ellos. Una vez empezada la clase, Pili les explicó que iba a pasar una semana con ellos y mi función en el aula. 
El martes pude vero como hacían la clase de inglés y tras esta, algunos problemas de matemáticas.
El miércoles pude reunirme con la directora pedagógica del centro para que me explicase el funcionamiento del mismo y me diese algunos documentos necesarios para realizar la memoria obligatoria en la asignatura del practicum.
El jueves fue un día diferente, ya que fuimos de excursión al planetario, ya que la próxima semana van a estudiar los planetas. Allí pasamos toda la mañana.
El viernes, ultimo día en el aula, fue una mañana tranquila, ya que los niños leyeron e hicieron algunas fichas.

Cuando vi a todos aquellos niños en silencio, haciendo caso a lo que le decía su profesora, me convencí, todavía más, de que la carrera que había elegido era la correcta, que me encantaba ver a unos niños tan pequeños aprendiendo e imaginarme en un futuro, no muy lejano, siendo yo misma quien les esté enseñando a escribir la "P", a hacer sumas y restas o a leer de la cartilla.
Además, todo esto, me hizo recordar a una etapa de mi vida de la que tenia pocos recuerdos, me recordó al tiempo que pasé en infantil en mi colegio. La profesora, cariñosa con los niños pero al mismo tiempo "exigente" para que aprendiésemos lo mejor posible. Los compañeros de clase, nos podíamos enfadar por cualquier tontería, por haber cogido el juguete del otro, o por no dejar sitio para jugar juntos, pero no pasaban mas de cinco minutos, y ya éramos de nuevo los mejores amigos. Los niños son increíbles, y cada día me siento mejor, y más después de esta experiencia, de haber elegido esta carrera.

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