martes, 20 de marzo de 2012

The end ?

Hoy acaba este Blog.
Al principio me lo tomé como un simple trabajo que debía hacer y cuanto antes. Pero cuando me puse a escribir, a reflexionar sobre mi educación, sobre mis recuerdos, sobre mi vida, me di cuenta de que no era así. Es cierto que al comienzo, no tenia mucha idea de qué era esto del blog y mucho menos qué iba a escribir en 20 entradas, ni cómo estructurarlo...Me costó un poco, pero enseguida le "cogí el truco" a reflexionar sobre la vida de uno mismo.
Nunca antes había pensado en mi infancia y mi educación de esta manera, entrando en profundidad en cada recuerdo, en cada situación ocurrida en mi vida hasta el momento.
Este blog me ha sido de gran ayuda para darme cuenta realmente de la educación que he recibido, tanto en casa, en la familia, como el el colegio. Me he dado cuenta que no siempre ha sido fácil, pero con esfuerzo y constancia todo puede conseguirse. Que posiblemente los profesores que he tenido y esa educación que me han dado, sean los "culpables" de que yo esté aquí, estudiando Magisterio, para que pueda hacer lo mismo que ellos han hecho conmigo, transmitir valores positivos y una buena formación académica a quienes, algún día, serán nuestro futuro, los alumnos. Así que por esto, solo puedo decir GRACIAS. A todos ellos por apoyarme siempre en mis decisiones y mantenerme con los pies en la tierra, por enseñarme tantos conocimientos valiosos, en todos los sentidos y por descubrirme que éste mundo, el de la educación, es un mundo complicado, pero del que merece la pena formar parte.
Cuando esté en un aula y vea que lo que hago, lo que enseño y transmito sirva y ayude aunque solo sea a uno de mis alumnos, estaré satisfecha al ver, que tanto esfuerzo ha merecido la pena.
Creo que todo educador, para enseñar y transmitir valores, debe pensar y reflexionar antes sobre su propia educación, para darse cuenta de los fallos y aciertos que los demás y sobre todo uno mismo ha tenido, para no volver a cometerlos. Será ahí, cuando realmente empiece su camino, en educación. El mío empieza aquí.


¿Yo profesora?

La respuesta a esa pregunta es SI
No siempre he tenido claro a qué dedicarme, ya que a la hora de empezar a pensar en el futuro, se me pasaron mil cosas por la cabeza. Al final, y tras darle muchas vueltas a la misma idea, decidí dedicarme a magisterio y lo decidí ya que me gusta ver como los demás aprenden cosas nuevas, ver cómo crecen tanto física como intelectualmente y me siento bien, al saber que seré yo quien enseñe conocimientos tan básicos para el día a día, que con toda seguridad no olvidarán nunca. 
Para llegar a ser una buena docente, como algunas de mis profesoras, intento hacer lo que está en mi mano para formarme de la mejor manera posible, en todos los aspectos, tanto en la manera de enseñar, de dar clase, es decir en el ámbito académico, como en el aspecto afectivo, de transmitir cariño y confianza a los alumnos pero sin perder el respeto y autoridad que los alumnos deben  mostrar a una profesora. 
Si ya estaba segura de que esto era realmente lo que quería hacer, a lo que me quería dedicar, tras la oportunidad que tuve en las prácticas de observación, lo tengo todavía mas claro si cabe. Ver a unos niños de tan solo cinco años aprender tantas cosas, y cosas tan elementales como leer, escribir, los números o las letras minúsculas, y que en un futuro, no muy lejano, sea yo misma quien les enseñé todo eso, hace que tenga más ganas de seguir con esta carrera y algún día, cuando alguien me pregunte por mi profesión, podré decir orgullosa que soy PROFESORA.

sábado, 17 de marzo de 2012

El hombre sin rostro

En la asignatura de orientación educativa, vimos una película titulada "El hombre sin rostro" que me hizo reflexionar bastante sobre la educación y la función clave del profesor en ella.
El argumento de la película es el siguiente: Charles es un niño que vive con su familia, pero no es una familia convencional, es bastante desestructurada. Tiene dos hermanas y cada una de ellas de un padre diferente. La madre cada poco tiempo está cambiando de pareja, lo que afecta mucho a Charles, ya que no le prestan mucha atención.
El niño sueña con ingresar en una academia militar, pero tiene algunas dificultades e intenta buscar ayuda a pesar de la negación de su madre.
Mc Leadd es un hombre que vive alejado del pueblo ya que por un accidente tiene la cara deformada y hace varios años estuvo en la cárcel, por ello los vecinos del pueblo le rehuyen.
McLead, antiguo profesor de colegio ayuda a Charles a estudiar. Al principio el niño no entiende muy bien sus técnicas ya que le resultan inservibles a su modo de pensar. Pero aún así, y tras alguna discusión, confía en el profesor y hace lo que se le manda. Poco a poco la relación entre el profesor y el alumno se va estrechando hasta que cada vez confían más el uno en el otro. Aunque el pasado del profesor, hace que la gente desconfíe de él y le juzguen por los rumores del pueblo.
Charles consigue aprobar el examen y entrar en la academia y pasados unos años se gradúa consiguiendo lo que quería.


Creo que la película que tiene un buen mensaje educativo. En mi opinión, lo que quiere transmitir, es que el profesor juega un papel fundamental ya que sin él, el proceso de aprendizaje resulta casi imposible. El profesor es quien guía al alumno y le transmite sus conocimientos. En el caso de la película, seguramente Charles no hubiera conseguido superar la prueba sin ayuda de Mc Lead.
Además, la película transmite valores como la constancia, ya que si Charles no hubiera sido constante en sus estudios, no hubiese aprendido nada. También muestra el valor de la paciencia, que tiene Mc Lead con el niño, ya que a pesar de las diferencias entre ambos, sobre todo por parte del niño al principio, Mc Lead le enseña todo lo que puede. Según mi punto de vista, creo que estos dos últimos valores son fundamentales en el ámbito educativo. La paciencia por parte del profesor y la constancia por parte del alumno.
Además muestra el valor de la aceptación y del respeto, por parte del niño hacia su profesor, ya que a Charles no le importa que su profesor tenga ese aspecto, aunque más adelante le pregunte el porqué, ni tampoco le importa lo que diga la gente del pueblo sobre él, es más, en un momento de la película le dice que ya no ve sus cicatrices, que se ha olvidado de ellas, y sigue confiando y asistiendo a sus clases a pesar de los rumores. Incluso cuando van a juzgar a Mc Lead, y no se pueden ver, Charles va a casa de éste a despedirse, ya que el profesor ha sido un gran apoyo para él en todos los sentidos.

Creo que es una película que, como en mi caso, invita a reflexionar sobre la educación y que todo educador o futuro educador, debe haberla visto.



Pili

En este blog, estoy tratando de reflexionar sobre mi educación, la educación que he recibido a lo largo de todos estos años. Pues bien, no estaría haciendo una verdadera reflexión, sino hablaría sobre la profesora que más me ha marcado a lo largo de mi etapa educativa.
Se trataba de quinto de primaria y tan solo me quedaban dos cursos para terminar esta etapa. La dificultad en el ámbito académico aumentaba pero nuestra profesora, mi profesora, hacía que todo pareciese mas fácil. Los problemas de quebrados, los aprendí con una tableta de chocolate por ejemplo. Siempre estaba preocupada por sus alumnos, si no entendíamos algo, no le importaba explicarlo una y mil veces si era necesario. Al mandarnos tareas para casa, teníamos media hora antes de salir, donde podíamos empezar a hacerla y ella siempre estaba para ayudarnos. Nos encantaba ir a hacer ejercicios al ordenador y ella nos llevaba siempre que podía y aunque nosotros pensábamos que estábamos haciendo juegos simples, nos eran de gran utilidad para entender después las explicaciones en clase. Si nos costaba entender algo, nos sacaba a la pizarra para que realizáramos ese ejercicio mientras ella nos ayudaba.
A mitad de ese curso, un miércoles en  clase de Educación Física, me caí y me hice bastante daño en la espalda. Ella fue la encargada de rápidamente llamar a mi madre para que me llevase al médico. Pase unos tres días sin ir al colegio porque el golpe fue bastante fuerte y ella llamó a mi casa todas las tardes para preguntar por mí y saber cómo me encontraba. 
Nunca antes una profesora se había preocupado tanto por mí tanto en el ámbito académico como fuera de él. Pero al igual que lo hacía conmigo, lo hacía con todos mis compañeros.
Cuando empecé el curso, apenas la conocía. Tan solo me había cruzado con ella alguna vez por el pasillo, pero cuando quinto acabó y sin yo saberlo todavía, se convirtió en una persona clave en y para mi educación.


Ella me marcó mucho y cuando me llegue el momento de estar en un aula, tratar con los alumnos y transmitir conocimientos, me gustaría ser como ella o por lo menos, la mitad de buena que ella, ya que para mí es una profesora que le gusta su trabajo y le gusta mucho lo que hace.

Magisterio de Educación Infantil

El verano de 2010 fue diferente a los demás. Había acabado 2º de Bachiller y Selectividad. Fueron meses duros, que requerían mucho esfuerzo, pero todo eso había terminado aunque ese descanso no duraría muco tiempo. 
Julio era una fecha clave. Tenia el examen previo en la Universidad y de él dependía mi futuro. Ese día me levanté nerviosa, pero por suerte para mí, cuando me senté y vi el examen me tranquilicé ya que me esperaba un examen estricto, estilo a los de selectividad (aunque no tan duros y sin tantos conocimientos) y por ello, unos días antes, estuve repasando temas de historia, lengua, matemáticas e inglés. Aunque salí con buena sensación, todavía quedaba lo peor para mí: la entrevista con un profesor del departamento, y los nervios no tardaron en volver. No sabía si me iban a preguntar sobre conocimientos o sobre mi pasado académico. Me entrevistó el profesor Javier Laspalas y a pesar de mis nervios, todo fue bien.
Unos pocos días después de esto, una empleada de administración me llamó para comunicarme que estaba admitida.
Como decía al principio, ese verano fue diferente y traté de aprovecharlo al máximo. Podría decir que fue el broche que servía de cierre a una etapa de mi vida, o la puerta de entrada a otra.
El 1 de septiembre llegó rápido y como es normal en mí, estaba muy nerviosa. Apenas pude dormir. Cambio de profesores, de compañeros, de etapa... Es cierto que ya lo había hecho antes, pero esta vez sería diferente ya que se trataba de la UNIVERSIDAD, aquel lugar donde van los mayores y hay que estudiar mucho.


A día de hoy, estoy cursando segundo de Magisterio Infantil y no me arrepiento de la decisión que tomé al elegir esta Universidad, ya que no se trata de una Universidad cualquiera, sino que formo parte de la UNIVERSIDAD DE NAVARRA.

sábado, 10 de marzo de 2012

Escolapios

Aunque el cambio real, el verdadero cambio, vino cuando tuve que dejar el colegio, mi cole de toda la vida, donde había crecido, donde tenía a mis amigos, donde había pasado momento muy felices, para hacer bachiller en un nuevo centro, Escolapios, casi el doble de grande que el mío, gente y profesores nuevos, horario distinto...para mí un mundo completamente desconocido, al que no estaba acostumbrada.
Al principio, lo afronté con miedo por el cambio que iba a ser para mí, por la gente que me pudiera encontrar, por si no lograría sacar adelante el curso pero al mismo tiempo con ganas e ilusión por esta nueva etapa. Creo que me acordaré siempre de los nervios que tenia el primer día de clase, incluso apenas pude desayunar, aunque me tranquilizaba un poco(la verdad, bastante poco) pensar, que tres de las compañeras con las que había estado en el colegio venían al mismo centro que yo y por suerte, a una de ellas le tocó en mi misma clase. 
Según iba pasando el tiempo, me iba encontrando mejor. Allí conocí a gente nueva, los profesores eran muy cercanos también y muy buenos enseñando. Primero se me pasó muy rápido y tenía mucha ilusión por empezar segundo, último año de esta etapa. La verdad es que esa ilusión, se fue transformando en esfuerzo, mucho estudio, exámenes casi cada semana, ni un minuto libre para "desconectar" aunque entre clase y clase, siempre tenía un momento de risas y de "relax" con mis compañeros para afrontar la hora siguiente de clase. La palabra estrella de este curso fue "SELECTIVIDAD". Muy poco tiempo para mucho contenido, ya que el curso terminaba casi un mes antes debido a esta prueba. Realmente, luego agradecí tanto stress, tanta exigencia y agobio. Entre todo este "sufrimiento" una profesora nos dijo: "cuando todo esto acabe, os daréis cuenta, que los que estamos en este lado, los profesores, no somos enemigos, sino que estamos para ayudaros tanto como esté en nuestra mano". En ese momento no me di cuenta, pero como ella dijo, cuando acabé la selectividad, comprendí que lo único que los profesores hacían era facilitarnos el trabajo tanto como podían y no  entorpecernos con tanto examen y tanta materia como llegué a pensar en algún momento.
Esta etapa fue muy bonita en mi vida. En ella aprendí muchas cosas, tanto personales como académicas y ese miedo con el que empecé el primer día desapareció cuando comprendí que en este colegio me sentía bien, igual que en el que había estado antes. Comprendí que nunca debemos dejar de hacer lo que deseamos por miedo a lo desconocido o por no saber qué nos vamos a encontrar. No siempre tiene que ser malo. Muchas veces nos encontramos igual o mejor que como estábamos antes.

"El cole"


Al poco tiempo de vivir aquí, yo empecé el colegio. Era el colegio Amor de Dios de Burlada, pequeño, con un solo aula por curso y pocos alumnos por aula. En mi clase, siempre hemos sido muy pocos alumnos, estuvimos bastantes cursos siendo tan solo 11, pero luego aumentamos el número a 16 en la ESO, entre repetidores y alumnos nuevos. Según iba pasando el tiempo, cada vez me sentía  mejor en él ya que nos conocíamos todos, éramos como una gran familia, tanto profesores como alumnos.

Pronto llegó Primaria, y con ella, los problemas de matemáticas, que odiaba (y odio), ya que nunca me salían bien, inglés, lengua, conocimiento del medio…pero entre libros y pizarras, muchos valores que inculcarnos, el respeto, la solidaridad, la empatía, el compañerismo… Todas las profesoras se portaban bien con nosotros y enseñaban lo mejor que sabían, pero fue en 5º, cuando de verdad encontré a una buena profesora, Pili. Siempre estaba pendiente de nosotros, se preocupaba por si no entendíamos algo y nos lo explicaba una y mil veces, y de todas las maneras posibles si hacía falta. Nos preguntaba si habíamos tenido alguna duda al hacer la tarea el día anterior…Era genial. Nunca antes había estado tan a gusto con una profesora como con ella.

Pero la ESO fue diferente. Todo se complicó bastante y aunque la superé bien, me resultó una etapa dura, cambio de horario, cambio de profesores, de contenidos, mucho más estudio...a pesar de esto, los profesores me ayudaron mucho. Me animaban si me sentía mal, me insistían en que preguntase dudas si no entendía algo...Fue una etapa muy bonita en mi vida, que recuerdo con mucho cariño y nostalgia.

Destino: Santander-Pamplona

Tras varias entradas reflexionando sobre mi educación, creo que he olvidado contar esta historia desde el principio, empezando por mi infancia. Así qué dedicaré varias entradas a tratar sobre ello.
Nací en un pueblo de Cantabria, llamado Laredo, ya que mi familia, por ese entonces vivía cerca de allí y este era el hospital más cercano. Era un 29 de Enero de 1992 y hacia muchísimo frió



Cuando nací, tenía una hermana siete años mayor que yo, María, quién estaba deseando tener una hermana pequeña, por lo que siempre me ha contado mi madre.
Ésta estaba a nuestro cuidado, ya que mi padre trabajaba en una fábrica. Mi madre, es de Pamplona, pero mi padre, de un pueblo de cerca de Santander, así que cuando se casaron se fueron a vivir a este pequeño pueblo. Pero las cosas cambiaron, y cuando yo tenía dos años, en julio, vinimos a vivir a Burlada. 

Pronto dejamos de ser cuatro en la familia para pasar a ser cinco, ya que mi madre estaba embarazada y dio a luz en agosto a un chico llamado Esteban, igual que mi padre, aunque a mi madre, le hubiese gustado tener otra chica.

La casa por el tejado

Tras varios días sin escribir ninguna entrada, hoy retomo este trabajo. En esta entrada comentaré la canción de Fito y Fitipaldis "la casa por el tejado".

La letra de esta canción trata sobre la educación. En ella se habla de que al cantante de la misma, el colegio le enseñó poco, al igual que los libros. Que en la escuela nadie le enseñó a perder el miedo a quedar como un idiota,a equivocarse o a coger el cielo con las manos. Con esto, se refiere a que el colegio le enseñó únicamente contenidos, materias, y no valores para poder enfrentarse a la realidad del día a día, como enamorarse o el desamor, cuando dice:"a poder dormir cuando tú no estás a mi lado" o "a coser mi alma rota" .
En una frase de la canción dice que todo lo que sabe se lo enseñó una bruja. En mi opinión, está haciendo referencia que, todo lo que él sabe se lo enseñó la calle, lo aprendió pasando muchas horas en la calle y no por los libros ni por el maestro que tuvo. Además, al principio de la canción, asegura que se ha dado cuenta que las cosas importantes en la vida, son las que siente cada persona, olvidándose de los contenidos escolares.

En mi opinión, esta canción hace una dura crítica a la educación, al decir que  en la escuela, no enseña ni transmite ningún valor, que todo se aprende en la calle. Estoy totalmente en desacuerdo con esto, ya que en el colegio, no únicamente se enseñan contenidos, sino que también se enseñan buenos valores para que los alumnos sean mejores personas y sepan enfrentarse al día a día. En mi caso, la educación que he recibido por parte de la escuela, ha sido una educación rica en valores como la solidaridad, la empatía o el respeto, que me han servido para "enfrentarme a la vida", y hasta el momento me ha ido bien.
Me ha llamado la atención una frase de la canción que dice :"el colegio poco me enseñó...si es por esos libros nunca aprendo a perder el miedo a quedar como un idiota". Creo que el colegio esto es lo primero que se tiene que enseñar, los docentes tienen que hacer ver a sus alumnos que si se equivocan, dicen una respuesta mal, o no hacen algo bien, no importa, lo que realmente importa es que de ese error se aprenda y que muchas veces, quién mas se equivoca es quién más aprende.


sábado, 3 de marzo de 2012

3ºA

Durante esta semana los alumnos de segundo hemos estado en la semana de observación del practicum durante cinco días. Ha sido una experiencia inolvidable. Yo he estado en el colegio Carmelitas-Vedruna de Pamplona.

El lunes me levanté muy nerviosa y apenas pude dormir durante esa noche. tenia muchas ganas de empezar mis practicas, pero a la vez sentía miedo y respeto por si lo hacia mal. Al llegar al centro nos recibieron los coordinadores de infantil y de primaria. Tras una corta charla con ellos, fuimos cada una con su coordinador, y nos separaron por clases.
La coordinadora me presentó a mi tutora llamada Pili, cuya clase es 3º de infantil (5/6 años). Cuando entré al aula, los niños estaban jugando y la profesora me presentó ante ellos. Una vez empezada la clase, Pili les explicó que iba a pasar una semana con ellos y mi función en el aula. 
El martes pude vero como hacían la clase de inglés y tras esta, algunos problemas de matemáticas.
El miércoles pude reunirme con la directora pedagógica del centro para que me explicase el funcionamiento del mismo y me diese algunos documentos necesarios para realizar la memoria obligatoria en la asignatura del practicum.
El jueves fue un día diferente, ya que fuimos de excursión al planetario, ya que la próxima semana van a estudiar los planetas. Allí pasamos toda la mañana.
El viernes, ultimo día en el aula, fue una mañana tranquila, ya que los niños leyeron e hicieron algunas fichas.

Cuando vi a todos aquellos niños en silencio, haciendo caso a lo que le decía su profesora, me convencí, todavía más, de que la carrera que había elegido era la correcta, que me encantaba ver a unos niños tan pequeños aprendiendo e imaginarme en un futuro, no muy lejano, siendo yo misma quien les esté enseñando a escribir la "P", a hacer sumas y restas o a leer de la cartilla.
Además, todo esto, me hizo recordar a una etapa de mi vida de la que tenia pocos recuerdos, me recordó al tiempo que pasé en infantil en mi colegio. La profesora, cariñosa con los niños pero al mismo tiempo "exigente" para que aprendiésemos lo mejor posible. Los compañeros de clase, nos podíamos enfadar por cualquier tontería, por haber cogido el juguete del otro, o por no dejar sitio para jugar juntos, pero no pasaban mas de cinco minutos, y ya éramos de nuevo los mejores amigos. Los niños son increíbles, y cada día me siento mejor, y más después de esta experiencia, de haber elegido esta carrera.

Principio de Cooperación y balance


En toda mi vida escolar, he tenido profesores buenos y no tan buenos. Creo que todos ellos me han enseñado diferentes valores. Pienso que cada uno me enseñó los valores que tenían,  ya que si tú mismo no posees un valor o una cualidad es muy difícil, o casi imposible transmitirla. Podían ser mejores o peores a la hora de enseñar, pero todos ellos se esforzaban y transmitían buenos valores.

De todo lo anterior, diría que la educación que he recibido ha sido rica en valores (responsabilidad, respeto, sencillez, amabilidad…) siempre, tanto en casa como en el colegio, me han educado para que sea una buena persona con mejores valores. Todos estos son muy importantes, pero para mi hay dos que son fundamentales. Uno es el respeto, el respeto hacia los demás y hacia uno mismo, el cual nunca debemos perderlo hacia nadie. El segundo valor, para mí, es la sencillez ya que por muchos conocimientos o títulos que tengas no significa que eres mejor persona ni mejor que nadie, es más una persona con apenas conocimientos puede tener mejores valores que otra persona que lo tenga todo.
El balance que hago sobre la educación que he recibido es muy positivo, ya que siempre han intentado darme la mejor educación en todos los sentidos, tanto en el ámbito educativo como en el personal y de valores.


sábado, 25 de febrero de 2012

Principios VS anécdotas

En mi opinión, en todas mis anécdotas y recuerdos sobre mi educación, existe un principio de crecimiento personal porque todos esos valores que me han inculcado(solidaridad, respeto, amabilidad, educación) tanto en el colegio como en la familia, he sabido aprovecharlos y utilizarlos adecuadamente en mi día a día y en mis relaciones de amistad con los demás. 
Este principio consiste en autoeducación, es decir, además de educarse a través de la familia o de la escuela, saber educarse uno mismo, aprovechando todo lo que los demás te enseñan.
Por otro lado, el principio de intervención educativa también está muy presente en mi educación ya que, por ejemplo, en el aspecto escolar, yo siempre he necesitado ayuda porque siempre me ha costado mucho estudiar y entender conceptos, pero en el momento en que yo tenia la posibilidad de ayudar a alguien, en cualquier aspecto, lo hacía, ya que yo sabia la importancia que tenia la ayuda que me daban a mi y su utilidad, siempre intentaba en la medida de lo posible hacer lo mismo con los demás.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hablemos de solidaridad


Si nos paramos a mirar a nuestro alrededor, hay muchas personas y mas en estos tiempos, que necesitan la ayuda de los demás. Creo que hoy en día hay mucha gente, más de la que pensamos, que se solidariza con los demás, que hace buenas acciones por el resto, y todavía en los colegios se siguen haciendo muchas cosas para inculcar a los niños valores como la solidaridad, fundamentales en una persona, como en mi caso, lo que ya conté en una entrada anterior. Pienso que si a los niños se les enseña desde pequeños, ellos mismos serán luego quienes enseñen ese valor a los mas cercanos a él y, en este caso con la solidaridad, ayudarán y harán cosas por los demás. 
Por otro lado, también es cierto que muchas personas, y cada día más, no son, o  no somos tan solidarias como pudiéramos o quisiéramos, bien por falta de tiempo, de recursos o por desinterés y dejadez. 
Es cierto que a todo el mundo en momentos malos, o en los que necesitamos mas ayuda o más apoyo, nos agrada siempre tener a alguien al lado que nos de protección, que no escuche y no apoye. Por esta razón, debemos hacer lo mismo con los demás, y como dice el refrán: "no quieras para nadie lo que no quieras para tí"

domingo, 19 de febrero de 2012

El pozo

En el colegio, todos los alumnos, desde los mas pequeños hasta los mas mayores, llevábamos un par de veces al año, objetos en buen estado que en casa no nos servían o que no utilizábamos como juguetes, lápices, gomas, figuras, llaveros…Se utilizaba una caja de zapatos y allí se metían tres o cuatro objetos de los que nosotros habíamos llevado. Los alumnos, hasta sexto de primaria, compraban las cajas que los mayores vendían a la hora del recreo por un euro cada caja. Este día era muy esperado por todos, pero sobre todo por los mas pequeños ya que siempre se ilusionaban al descubrir qué les había tocado en la caja. Pero no siempre estaban conformes con su caja y muchos de ellos se las cambiaban en el recreo, o por lo menos algún objeto que les había tocado y no les gustaba o era el mismo que ellos habían traído... A los que teníamos hermanos mas mayores que las vendían, siempre nos tocaba la caja más grande, todavía no se si era por casualidad o intencionado, aunque yo he hecho lo mismo con mi hermano más pequeño. De esta manera los alumnos tenían cosas nuevas para jugar, aunque solo fuese un rato durante el recreo, y al mismo tiempo, y casi sin darse, cuenta ayudaban a otros. El dinero recaudado de “El Pozo” como nosotros lo llamábamos, iba destinado para que países desfavorecidos pudiesen hacer colegios para otros niños.

jueves, 16 de febrero de 2012

Sencillez y respeto

De todos los valores que me han inculcado de la familia, elegiría la sencillez. Pienso que aunque una persona tenga muchos títulos o muchos conocimientos sobre algo, no es mas persona que otra, que apenas tenga estudios. Todos somos iguales, con una, dos o ninguna carrera por ejemplo. Lo que importa es la persona, y no los conocimientos académicos que tenga o su nivel socioeconómico. Pienso que vayas a donde vayas o hagas lo que hagas hay que ir, o hacerlo con sencillez. Debemos ser naturales, ser uno mismo y olvidarse del "qué dirán".


Sin embargo de los valores del colegio, escogería el del respeto. Siempre, desde que era pequeña me han explicado la importancia del respeto hacia los demás (en el caso del colegio, a profesores y compañeros) pero también hacia uno mismo. Hay que empezar respetándose a sí mismo, de esta forma los demás te respetarán. Este valor consiste, de alguna manera, en que lo que no quieres que te hagan a ti, no lo hagas tú. Siempre hay que tener en cuenta las opiniones de los demás, y pensar que nadie es mejor que nadie. Además, pienso que es fundamental inculcarlo en el aula, ya que en ella encontramos alumnos, diferentes unos de otros, y es esencial ser respetuoso con los demás.

Valores y virtudes sobre mi educación

Durante estos días haré una reflexión sobre la educación que he recibido. Para ello iré contestando a varias preguntas. Hoy responderé a :
  • ¿Qué valores o virtudes destacarías en la educación que has recibido? ¿Cuáles crees que son los que con más empeño te han tratado de inculcar?
En la familia me han tratado de inculcar muchos valores, pero los que yo destacaría son la responsabilidad, la sencillez, el valor de la amistad y de la sinceridad, así como saber perdonar.
En el centro educativo los valores han sido la solidaridad, ayudar a los demás, el respeto hacia los otros, tanto a compañeros como a profesores, además de la empatía, entre muchos otros.
De todos estos valores, los que yo destacaría como fundamentales son el respeto y el saber perdonar. Creo que es necesario que todo el mundo se respete, que acepte las opiniones del otro y que nadie haga sentir inferior a otro, ni le de la espalda, por el simple hecho de ser o pensar diferente.
Saber perdonar también es esencial para una persona, ya que si se perdona al otro, además de "quitarle un peso de encima", te estas perdonando a ti mismo y aceptando al otro como es, con sus defectos y sus virtudes.

Aunque se trata de ámbitos diferentes, en ambos me han enseñado valores parecidos y creo que he sabido asimilarlos y ponerlos en práctica. Pienso que al igual que me los han inculcado a mi, es importante que yo los enseñe a los alumnos con los que trae, para así, ayudarles a ser mejores personas.

martes, 14 de febrero de 2012

Principio de Cooperación

La educación, en cuanto intereducacción, es la acción conjunta de educador y educando mediante la cual, a través de la comunicación interpersonal y  la cooperación, llegan a dar lo mas pleno y mas valioso de si mismos.
Como tarea compartida, la educación requiere compromiso, tanto del educando como del educador, de poner en juego aquellas cualidades que hacen posible la cooperación y , por consiguiente, el logro del fin de la educación.

En este principio debemos tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, la capacidad de comunicación, quien se propone ayudar a otro debe aprender a traducir su lenguaje correctamente. También es importante la empatía, ver y sentir el mundo del educando como el lo ve y lo siente. Esto permite al educador actuar como un espejo del educando y ayudarle a conocerse así mismo. Después, encontramos la acogida abierta que es una condición de posibilidad del diálogo, del encuentro educador-educando. Tras este, encontramos el respeto al educando. Mostramos respeto al escuchar para después poder comprender. Además es una falta de respeto no exigir lo que se puede y se debe exigir. Otro aspecto es la confianza. Los educadores que confían, que creen en las posibilidades de sus educandos, terminan por hacerlos tal como esperan. Los desconfiados, perjudican. El siguiente aspecto es el optimismo realista, que consiste en ver y juzgar las cosas y las personas en sus aspectos más favorables, centrándose en logros y no en fracasos. El penúltimo aspecto es la flexibilidad, donde el educador debe ser persona de criterios firmes, pero con capacidad para adaptarse. Y por último encontramos el talante renovador donde se debe mantener una actitud y curiosidad de apertura a la innovación.

Principio de Intervención Educativa

La educación, en cuanto heteroeducación, es la ayuda que se presta a otro, en su tarea de crecimiento personal, quien tiene derecho a intervenir (potestad) y fuerza moral reconocida para ello (autoridad) por su competencia profesional y su madurez personal.
la intervención educativa es, por tanto, un servicio, que se justifica por las necesidades del educando y que deberá siempre respetar su libertad y fomentar su autonomía solidaria, de conformidad con el Principio de Crecimiento Personal.

En este sentido, podemos reflexionar acerca de potestad y autoridad. La primera se define como poder disciplinario, capacidad para exigir obediencia de los subordinados y fuerza para hacer cumplir lo que ordena. Los profesionales de la educación reciben la potestad de intervenir del reconocimiento y autorización por parte de la sociedad.
Por el contrario, el autoritarismo es el abuso de poder. Se opone a la intervención educativa como relación de ayuda al crecimiento, que solo puede darse si el educando asume libremente la educación como autotarea. Además la intervención educativa requiere la autoridad del educador: el prestigio se gana y que suscita la libre adhesión del educando a la tarea conjunta del educador. Dentro del autoritarismo podemos encontrar también varias formas de abuso de poder, como la coacción(violencia física o psíquica que una persona ejerce sobre otra), la manipulación(proceso en el que una persona dispone de unos medios de forma especial, con el fin de que otra persona confunda los fundamentos de su deliberación), paternalismo (privación al educando de su opinión), permisivismo (modo de  negar el derecho y la obligación de intervenir en educación) o complicidad(inhibición en el ejercicio de la potestad por un falso consenso con el educando).

Principio de Crecimiento Personal

La educación en cuanto autoeducación es el desarrollo perfectivo de uno mismo como persona, por entero y en su irrepetible singularidad, abriéndose al mismo tiempo a la realidad en que vive(natural social y trascendente), y comprometiéndose solidariamente con ella, mediante el recto uso de su libertad.
Educarse es, por tanto, la tarea de crecer en capacidad de autodeterminación para el bien: crecer en unidad y coherencia, en plenitud; crecer en personalidad, riqueza interior, cultivando la propia singularidad irrepetible que somos cada uno, y, al mismo tiempo, crecer en solidaridad, en la capacidad que tenemos de darnos a los demás, a todo aquel que necesite nuestra ayuda.



En este principio existen tres hábitos de libertad. En primer lugar, encontramos la libertad óntica, en el ámbito del ser. Ésta es la opción mas radical, ser para sí mismo y ser uno mismo, para los demás. En segundo lugar está la libertad de posesión, que se da en el ámbito del tener. En ella, la vida humana (familiar, profesional, social) requiere el uso de medios materiales, que se consideran bienes. Por último, encontramos la libertad operativa, en el ámbito del hacer. En éste ámbito de la libertad, la libertad de posesión se subordina a la de acción, ya que sin ésta última no puede haber crecimiento personal.

Introducción


Mi nombre es Marta Cagigas y estudio Segundo curso de Magisterio Infantil en la Universidad de Navarra. Vivo en un barrio cerca de Pamplona, Burlada, y es allí donde he estudiado siempre. Mi colegio(Amor de Dios) era de orden religiosa, pequeño y muy familiar. En él nos conocíamos todos, tanto los más mayores, como los mas pequeños, e incluso el trato con los docentes era amable y respetuoso, pero a la vez afectuoso, sobre todo en las profesoras de los primeros cursos de infantil y primaria, quienes siempre saludaban con una sonrisa.
He decidido dedicarme a esta profesión, ya que me gusta ver como los demás aprenden cosas nuevas, ver cómo crecen tanto física como intelectualmente y me contenta y agrada ser yo quien enseñe conocimientos tan básicos para el día a día, que con toda seguridad no olvidarán nunca.  Además intento hacer lo que está en mi mano para formarme de la mejor manera posible y llegar a ser una buena docente, al igual que las que he tenido yo, en todos los aspectos, tanto en la manera de enseñar, de dar clase, como en el aspecto afectivo, de transmitir cariño y confianza a los alumnos pero sin perder el respeto y autoridad que los alumnos deben  mostrar a una profesora.