sábado, 25 de febrero de 2012

Principios VS anécdotas

En mi opinión, en todas mis anécdotas y recuerdos sobre mi educación, existe un principio de crecimiento personal porque todos esos valores que me han inculcado(solidaridad, respeto, amabilidad, educación) tanto en el colegio como en la familia, he sabido aprovecharlos y utilizarlos adecuadamente en mi día a día y en mis relaciones de amistad con los demás. 
Este principio consiste en autoeducación, es decir, además de educarse a través de la familia o de la escuela, saber educarse uno mismo, aprovechando todo lo que los demás te enseñan.
Por otro lado, el principio de intervención educativa también está muy presente en mi educación ya que, por ejemplo, en el aspecto escolar, yo siempre he necesitado ayuda porque siempre me ha costado mucho estudiar y entender conceptos, pero en el momento en que yo tenia la posibilidad de ayudar a alguien, en cualquier aspecto, lo hacía, ya que yo sabia la importancia que tenia la ayuda que me daban a mi y su utilidad, siempre intentaba en la medida de lo posible hacer lo mismo con los demás.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hablemos de solidaridad


Si nos paramos a mirar a nuestro alrededor, hay muchas personas y mas en estos tiempos, que necesitan la ayuda de los demás. Creo que hoy en día hay mucha gente, más de la que pensamos, que se solidariza con los demás, que hace buenas acciones por el resto, y todavía en los colegios se siguen haciendo muchas cosas para inculcar a los niños valores como la solidaridad, fundamentales en una persona, como en mi caso, lo que ya conté en una entrada anterior. Pienso que si a los niños se les enseña desde pequeños, ellos mismos serán luego quienes enseñen ese valor a los mas cercanos a él y, en este caso con la solidaridad, ayudarán y harán cosas por los demás. 
Por otro lado, también es cierto que muchas personas, y cada día más, no son, o  no somos tan solidarias como pudiéramos o quisiéramos, bien por falta de tiempo, de recursos o por desinterés y dejadez. 
Es cierto que a todo el mundo en momentos malos, o en los que necesitamos mas ayuda o más apoyo, nos agrada siempre tener a alguien al lado que nos de protección, que no escuche y no apoye. Por esta razón, debemos hacer lo mismo con los demás, y como dice el refrán: "no quieras para nadie lo que no quieras para tí"

domingo, 19 de febrero de 2012

El pozo

En el colegio, todos los alumnos, desde los mas pequeños hasta los mas mayores, llevábamos un par de veces al año, objetos en buen estado que en casa no nos servían o que no utilizábamos como juguetes, lápices, gomas, figuras, llaveros…Se utilizaba una caja de zapatos y allí se metían tres o cuatro objetos de los que nosotros habíamos llevado. Los alumnos, hasta sexto de primaria, compraban las cajas que los mayores vendían a la hora del recreo por un euro cada caja. Este día era muy esperado por todos, pero sobre todo por los mas pequeños ya que siempre se ilusionaban al descubrir qué les había tocado en la caja. Pero no siempre estaban conformes con su caja y muchos de ellos se las cambiaban en el recreo, o por lo menos algún objeto que les había tocado y no les gustaba o era el mismo que ellos habían traído... A los que teníamos hermanos mas mayores que las vendían, siempre nos tocaba la caja más grande, todavía no se si era por casualidad o intencionado, aunque yo he hecho lo mismo con mi hermano más pequeño. De esta manera los alumnos tenían cosas nuevas para jugar, aunque solo fuese un rato durante el recreo, y al mismo tiempo, y casi sin darse, cuenta ayudaban a otros. El dinero recaudado de “El Pozo” como nosotros lo llamábamos, iba destinado para que países desfavorecidos pudiesen hacer colegios para otros niños.

jueves, 16 de febrero de 2012

Sencillez y respeto

De todos los valores que me han inculcado de la familia, elegiría la sencillez. Pienso que aunque una persona tenga muchos títulos o muchos conocimientos sobre algo, no es mas persona que otra, que apenas tenga estudios. Todos somos iguales, con una, dos o ninguna carrera por ejemplo. Lo que importa es la persona, y no los conocimientos académicos que tenga o su nivel socioeconómico. Pienso que vayas a donde vayas o hagas lo que hagas hay que ir, o hacerlo con sencillez. Debemos ser naturales, ser uno mismo y olvidarse del "qué dirán".


Sin embargo de los valores del colegio, escogería el del respeto. Siempre, desde que era pequeña me han explicado la importancia del respeto hacia los demás (en el caso del colegio, a profesores y compañeros) pero también hacia uno mismo. Hay que empezar respetándose a sí mismo, de esta forma los demás te respetarán. Este valor consiste, de alguna manera, en que lo que no quieres que te hagan a ti, no lo hagas tú. Siempre hay que tener en cuenta las opiniones de los demás, y pensar que nadie es mejor que nadie. Además, pienso que es fundamental inculcarlo en el aula, ya que en ella encontramos alumnos, diferentes unos de otros, y es esencial ser respetuoso con los demás.

Valores y virtudes sobre mi educación

Durante estos días haré una reflexión sobre la educación que he recibido. Para ello iré contestando a varias preguntas. Hoy responderé a :
  • ¿Qué valores o virtudes destacarías en la educación que has recibido? ¿Cuáles crees que son los que con más empeño te han tratado de inculcar?
En la familia me han tratado de inculcar muchos valores, pero los que yo destacaría son la responsabilidad, la sencillez, el valor de la amistad y de la sinceridad, así como saber perdonar.
En el centro educativo los valores han sido la solidaridad, ayudar a los demás, el respeto hacia los otros, tanto a compañeros como a profesores, además de la empatía, entre muchos otros.
De todos estos valores, los que yo destacaría como fundamentales son el respeto y el saber perdonar. Creo que es necesario que todo el mundo se respete, que acepte las opiniones del otro y que nadie haga sentir inferior a otro, ni le de la espalda, por el simple hecho de ser o pensar diferente.
Saber perdonar también es esencial para una persona, ya que si se perdona al otro, además de "quitarle un peso de encima", te estas perdonando a ti mismo y aceptando al otro como es, con sus defectos y sus virtudes.

Aunque se trata de ámbitos diferentes, en ambos me han enseñado valores parecidos y creo que he sabido asimilarlos y ponerlos en práctica. Pienso que al igual que me los han inculcado a mi, es importante que yo los enseñe a los alumnos con los que trae, para así, ayudarles a ser mejores personas.

martes, 14 de febrero de 2012

Principio de Cooperación

La educación, en cuanto intereducacción, es la acción conjunta de educador y educando mediante la cual, a través de la comunicación interpersonal y  la cooperación, llegan a dar lo mas pleno y mas valioso de si mismos.
Como tarea compartida, la educación requiere compromiso, tanto del educando como del educador, de poner en juego aquellas cualidades que hacen posible la cooperación y , por consiguiente, el logro del fin de la educación.

En este principio debemos tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, la capacidad de comunicación, quien se propone ayudar a otro debe aprender a traducir su lenguaje correctamente. También es importante la empatía, ver y sentir el mundo del educando como el lo ve y lo siente. Esto permite al educador actuar como un espejo del educando y ayudarle a conocerse así mismo. Después, encontramos la acogida abierta que es una condición de posibilidad del diálogo, del encuentro educador-educando. Tras este, encontramos el respeto al educando. Mostramos respeto al escuchar para después poder comprender. Además es una falta de respeto no exigir lo que se puede y se debe exigir. Otro aspecto es la confianza. Los educadores que confían, que creen en las posibilidades de sus educandos, terminan por hacerlos tal como esperan. Los desconfiados, perjudican. El siguiente aspecto es el optimismo realista, que consiste en ver y juzgar las cosas y las personas en sus aspectos más favorables, centrándose en logros y no en fracasos. El penúltimo aspecto es la flexibilidad, donde el educador debe ser persona de criterios firmes, pero con capacidad para adaptarse. Y por último encontramos el talante renovador donde se debe mantener una actitud y curiosidad de apertura a la innovación.

Principio de Intervención Educativa

La educación, en cuanto heteroeducación, es la ayuda que se presta a otro, en su tarea de crecimiento personal, quien tiene derecho a intervenir (potestad) y fuerza moral reconocida para ello (autoridad) por su competencia profesional y su madurez personal.
la intervención educativa es, por tanto, un servicio, que se justifica por las necesidades del educando y que deberá siempre respetar su libertad y fomentar su autonomía solidaria, de conformidad con el Principio de Crecimiento Personal.

En este sentido, podemos reflexionar acerca de potestad y autoridad. La primera se define como poder disciplinario, capacidad para exigir obediencia de los subordinados y fuerza para hacer cumplir lo que ordena. Los profesionales de la educación reciben la potestad de intervenir del reconocimiento y autorización por parte de la sociedad.
Por el contrario, el autoritarismo es el abuso de poder. Se opone a la intervención educativa como relación de ayuda al crecimiento, que solo puede darse si el educando asume libremente la educación como autotarea. Además la intervención educativa requiere la autoridad del educador: el prestigio se gana y que suscita la libre adhesión del educando a la tarea conjunta del educador. Dentro del autoritarismo podemos encontrar también varias formas de abuso de poder, como la coacción(violencia física o psíquica que una persona ejerce sobre otra), la manipulación(proceso en el que una persona dispone de unos medios de forma especial, con el fin de que otra persona confunda los fundamentos de su deliberación), paternalismo (privación al educando de su opinión), permisivismo (modo de  negar el derecho y la obligación de intervenir en educación) o complicidad(inhibición en el ejercicio de la potestad por un falso consenso con el educando).

Principio de Crecimiento Personal

La educación en cuanto autoeducación es el desarrollo perfectivo de uno mismo como persona, por entero y en su irrepetible singularidad, abriéndose al mismo tiempo a la realidad en que vive(natural social y trascendente), y comprometiéndose solidariamente con ella, mediante el recto uso de su libertad.
Educarse es, por tanto, la tarea de crecer en capacidad de autodeterminación para el bien: crecer en unidad y coherencia, en plenitud; crecer en personalidad, riqueza interior, cultivando la propia singularidad irrepetible que somos cada uno, y, al mismo tiempo, crecer en solidaridad, en la capacidad que tenemos de darnos a los demás, a todo aquel que necesite nuestra ayuda.



En este principio existen tres hábitos de libertad. En primer lugar, encontramos la libertad óntica, en el ámbito del ser. Ésta es la opción mas radical, ser para sí mismo y ser uno mismo, para los demás. En segundo lugar está la libertad de posesión, que se da en el ámbito del tener. En ella, la vida humana (familiar, profesional, social) requiere el uso de medios materiales, que se consideran bienes. Por último, encontramos la libertad operativa, en el ámbito del hacer. En éste ámbito de la libertad, la libertad de posesión se subordina a la de acción, ya que sin ésta última no puede haber crecimiento personal.

Introducción


Mi nombre es Marta Cagigas y estudio Segundo curso de Magisterio Infantil en la Universidad de Navarra. Vivo en un barrio cerca de Pamplona, Burlada, y es allí donde he estudiado siempre. Mi colegio(Amor de Dios) era de orden religiosa, pequeño y muy familiar. En él nos conocíamos todos, tanto los más mayores, como los mas pequeños, e incluso el trato con los docentes era amable y respetuoso, pero a la vez afectuoso, sobre todo en las profesoras de los primeros cursos de infantil y primaria, quienes siempre saludaban con una sonrisa.
He decidido dedicarme a esta profesión, ya que me gusta ver como los demás aprenden cosas nuevas, ver cómo crecen tanto física como intelectualmente y me contenta y agrada ser yo quien enseñe conocimientos tan básicos para el día a día, que con toda seguridad no olvidarán nunca.  Además intento hacer lo que está en mi mano para formarme de la mejor manera posible y llegar a ser una buena docente, al igual que las que he tenido yo, en todos los aspectos, tanto en la manera de enseñar, de dar clase, como en el aspecto afectivo, de transmitir cariño y confianza a los alumnos pero sin perder el respeto y autoridad que los alumnos deben  mostrar a una profesora.